Pucón, el histórico paso fronterizo, toma su nombre del mapudungún. Suele traducirse como “entrada a la cordillera”. En este proyecto cruzo esa entrada para retratar el paisaje natural que habita el otro lado. En Pucón avanzan los asentamientos humanos y retrocede lo salvaje. Sin embargo, Pucón todavía es el acceso al lugar donde aún se preserva una naturaleza relativamente inalterada.
Con la intención de preservar aquel paisaje prístino, camino con una cámara por zonas rurales y áreas silvestres. Transito por rutas demarcadas, dirijo la mirada a lo que está aparentemente libre de artificios e imagino la frontera que separa lo humano de lo natural.