Cuando llegó la primera foto, el 24 de abril, hubo mucha alegría familiar. A mí luego me invadió el miedo: ¿podrá este proyecto dejar atrás el romanticismo que lo persigue?
Han pasado 2 meses y mi pregunta ahora es otra: ¿es necesario, para el proyecto de Mauro o para cualquier otro, “dejar atrás” el romanticismo?
El proyecto tiene una herencia romántica y tiene gestos románticos, pero no pretende emular ni repetir el modelo romántico ni su programa. Y el que yo haya pensado, al ver la foto, en “El caminante sobre el mar de nubes”, de Friedrich, dice más de mis limitaciones que del romanticismo de Mauro.
Lo cierto es que lo pensé y la imagen quedó. Pero la clave está en la diferencia.
En “El caminante” hay un sujeto que domina y corona un paisaje enorme y el proyecto de Friedrich es retratar a ese sujeto y esa relación suya con el paisaje.
El proyecto de Mauro, en cambio, es crear una obra que dé cuenta del paisaje sin hacer referencia al sujeto que lo mide y observar sin medirlo, incluso: “es lo que hay”. El objetivo, creo, es estar ahí presente y observar la inmensidad, pero no controlar ni dominar la naturaleza enorme. (La enormidad, el exceso, están dados.)
Tal vez la Naturaleza que encuentra Mauro allá arriba ya no es ese adversario tremendo que les sirvió a los románticos para medir sus poderes. Se dice que, hoy, los humanos pueden “afirmar el dominio sobre toda la naturaleza, inanimada y animada” [1]. Pero quizás Mauro cree que esa lectura es incorrecta y más bien piensa, con Weber, que lo de “dominio” es una ficción: que nunca hubo esa separación entre naturaleza y sujeto con la que se construyó el mito del artista.
Lo romántico tal vez tiene su primer gesto no en la decisión de “entrar” a la “naturaleza”, sino en la decisión de salir de la fotografía. Son años y años de fotos que Mauro pone ahora en pausa para dedicarse a pintar. Como si hubiera algo, en la pintura, que la fotografía no alcanza.
Hipótesis: Mauro eligió pintar porque la pintura registra lo que el documento fotográfico pierde.
La figura del artista, que no entra al cuadro, pero es imborrable, estaría en la huella de esa decisión.
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[1] Weber, Andreas. 2019. Enlivenment: Toward a Poetics for the Anthropocene. Cambridge, MA: The MIT Press.